Religión en la escuela
5 Constitution Act 1867 (UK), 30 & 31 Vict, c 3, reproducida en RCL 1985, Sch II, no 5, s 93. Véase también. S. Fortin, J. R. Graham, “La constitutionnalité de l’enseignement religieux dans les écoles publiques du Québec”, Revue générale de droit, vol. II. 30, nº 2, 1999-2000, pp. 244-245.
14 P. Bosset, “La ‘crise’ des accommodements raisonnables : regards d’un juriste sur le rapport Bouchard-Taylor”, JPPL, nº 3, 2009, p. 325-332. Sobre el concepto de ajustes razonables, véase también J. Woehrling, “La place de la religion dans les écoles publiques du Québec”, RJT, nº 41, 2007, pp. 667-675. Véase también Ontario Human Rights Commission v. Simpsons-Sears, [1985] 2 SCR 536.
21 G. Bouchard, Ch. Taylor, Construir el futuro. Le temps de la conciliation, Québec, Commission de consultation sur les pratiques d’accommodation reliées aux différences culturelles, 2008 [Informe Bouchard-Taylor], capítulo VII.
60 M. Hardy-Dussault, “Le port de signes religieux dans les établissements publics d’enseignement : comparaison des approches québécoise et française”, en P. Eid, P. Bosset, M. Milot (eds.), Appartenances religieuses, appartenance citoyenne : un équilibre en tension, Québec, Presses de l’Université Laval, 2009, pp. 75-88.
Enseñanza de la religión
Hace diez años, el Gobierno de Québec optó por implantar un nuevo y original programa de estudios de Ética y Cultura Religiosa, obligatorio en todos sus centros de enseñanza primaria y secundaria. Este programa proponía un enfoque cultural del estudio de los fenómenos religiosos, concebido para facilitar la comprensión de sus diversas formas. Sin embargo, la transformación del modo en que se enseñan las religiones en las escuelas ha provocado que muchos se muestren reacios y críticos con este cambio, lo que indica que las religiones siguen siendo un tema difícil en el Québec moderno. De hecho, las religiones tienden a verse de forma negativa y simplista, a menudo se consideran anticuadas y prejuiciosas, y se considera que sólo deben examinarse desde la perspectiva de los valores contemporáneos, depreciando en consecuencia el tan necesario examen de estas complejas realidades históricas a través de los ojos de un análisis informado, destinado a facilitar la comprensión del mundo en que vivimos hoy, y en él, de la humanidad, teniendo en cuenta toda su rica diversidad.Cuerpo del artículo
Los retos del laicismo en la escuela
Me crié en la religión protestante y, aunque aprecio algunos de sus valores morales, me molesta mucho la estrechez de miras de algunos grupos religiosos. ¿Por qué no educar a los niños en valores morales y abrirles la mente a lo que ocurre en otras partes del mundo? En lugar de cultivar lo que nos separa de los demás, sería mejor centrarnos en lo que nos une e intentar comprender a los demás si queremos avanzar.
Lamento que algunos religiosos quieran mantener el control de la educación de nuestros hijos. ¿Cuándo entenderán que la religión es una cuestión PERSONAL, y no un dogma que hay que promover? No veo mucha diferencia entre esta gente y los Testigos de Jehová u otros ultras religiosos. No veo mucha diferencia entre esta gente y los “Testigos de Jehová” u otras personas ultrarreligiosas. Las religiones dividen a las personas, ponen barreras entre ellas y son responsables de mucho derramamiento de sangre, pasado y presente, en todo el mundo.
Cuestiones religiosas
Desde este punto de vista, ¿por qué (y en nombre de qué) limitar las religiones enseñadas únicamente a las dominantes [17] y, sobre todo, por qué restringir las creencias únicamente a las religiones [18]? ¿Por qué no ofrecer un curso de platonismo, positivismo, nihilismo, ascetismo, materialismo, deísmo o hedonismo (entre otros) en el abanico de creencias representadas?
A este respecto, es edificante la opinión del Vaticano, que afirma: “el proyecto de la escuela católica sólo es convincente si lo llevan a cabo personas profundamente motivadas (que) se reconocen en la adhesión personal y comunitaria al Señor [23]”.
[9] Bernard Jolibert, “Perspectivas: revista trimestral de educación comparada”, París, Oficina Internacional de Educación de la Unesco, vol. II. XXIII, n°1-2, 1993, p.201-213, http://www.ibe.unesco.org/publications/thinkerspdf/condorcf.pdf
