Como aliviar el reflujo en bebés

El reflujo silencioso del bebé

En los bebés, “derramar” o “escupir” el contenido del estómago es un proceso normal que ayuda a aliviar un estómago incómodamente lleno. Aunque los derrames no suelen ser motivo de preocupación y no necesitan tratamiento médico, hay algunas cosas que puedes hacer para hacer frente a los derrames de tu bebé.

Mientras tu bebé esté sano y crezca con normalidad, el reflujo no debe ser motivo de preocupación. Es diferente a los vómitos porque el reflujo o derrame se produce sin esfuerzo, mientras que los vómitos son forzados. Más información sobre los vómitos en los niños.

Se suele culpar al reflujo de causar irritabilidad en los bebés. Sin embargo, es muy normal que los bebés se despierten con frecuencia y lloren mucho, sobre todo entre las dos y las ocho semanas de edad. Lee más sobre cómo lidiar con un bebé que llora.

Si has probado las sugerencias anteriores y nada parece funcionar, habla con tu cuidador principal de la maternidad, con el profesional de la salud local o con el médico. Ellos pueden sugerir otras estrategias. También pueden hablar del uso de espesadores de alimentos y otros medicamentos para reducir el derrame, sobre todo si tu bebé también tiene un dolor importante o problemas de crecimiento.

Cómo alimentar al bebé con biberón

¿Su bebé regurgita con frecuencia? Algunas regurgitaciones, o reflujo, son normales en los bebés. Pero en algunos casos puede ser un problema. La pregunta clave es: “¿A quién le molesta?”. Si tu bebé regurgita con frecuencia, pero no está inquieto y crece bien, probablemente sus regurgitaciones te molesten a ti más que a él. En cambio, si tu bebé parece muy inquieto cuando regurgita o no está creciendo bien, hay que tomar medidas para reducir estos síntomas. Si tu bebé sufre de reflujo ácido puede causarle molestias, y las molestias del bebé se traducen en las de mamá y papá.

La buena noticia es que es posible calmar el reflujo ácido en los bebés mediante diversos métodos, desde cambios en la alimentación hasta la medicación. Aquí tienes algunos consejos de un pediatra sobre cómo calmar el reflujo ácido del bebé.

Una de las causas del reflujo es la acumulación excesiva de gases en el estómago. Si haces pausas frecuentes durante las tomas para hacer eructar a tu bebé, le ayudarás a liberar el aire que traga antes de que siga avanzando por su sistema digestivo. Siente a tu bebé en posición vertical sobre tu regazo y acaricia o frota suavemente su espalda hasta que eructe. También puedes poner a tu bebé sobre tu hombro y acariciar o frotar suavemente su espalda hasta que eructe. Siempre es una buena idea tener un paño o una toalla a mano cuando eructe para absorber las regurgitaciones.

Consejos reflujo bebé

El reflujo gastroesofágico se produce cuando los alimentos y los ácidos del estómago vuelven al esófago. El esófago es el conducto que lleva los alimentos desde la boca hasta el estómago. En los adultos, el reflujo suele denominarse ardor de estómago o reflujo ácido.

El reflujo es habitual en bebés y niños, y no suele ser un signo de un problema grave. La mayoría de los bebés dejan de tener reflujo alrededor del año de edad. Un niño que sigue teniendo reflujo puede necesitar tratamiento.

El reflujo se produce por un problema en el anillo muscular del final del esófago. Este anillo muscular se denomina esfínter esofágico inferior o EEI. El esfínter esofágico inferior actúa como una válvula unidireccional entre el esófago y el estómago. Al tragar, deja pasar los alimentos al estómago. Si el EEI es débil, el contenido del estómago puede regresar al esófago.

Un niño mayor o un adolescente puede tener los mismos síntomas que un adulto. Puede toser mucho y tener una sensación de ardor en el pecho y la garganta (acidez). Puede tener un sabor agrio o amargo en la boca.

El recién nacido regurgita mucho

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El reflujo infantil -cuando el contenido del estómago sube al esófago- es un problema común, especialmente entre los bebés que nacen prematuros. Se produce cuando el esfínter esofágico inferior (EEI) -un músculo situado en la parte superior del estómago- está débil, relajado o poco desarrollado.

En la mayoría de los bebés, el reflujo es leve y no necesita tratamiento. Unas estrategias sencillas pueden ayudar a mejorar problemas como la regurgitación y el malestar. Los síntomas de reflujo suelen resolverse por sí solos cuando el niño tiene entre 12 y 14 meses de edad, cuando el EEI es más fuerte y está bien desarrollado.

Sin embargo, hay casos que son lo suficientemente importantes como para justificar un tratamiento médico. Los bebés con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) -reflujo infantil grave- pueden requerir medicación y, con menor frecuencia, cirugía.